Campaña de caqui 2020: los comercios adelantan las compras en campo.

2 septiembre 2020 Frutas

El 2019 no fue un buen año para el caqui. El exceso de cosecha, con más de 400.000 toneladas, causó una bajada de los precios que en muchos casos no compensaba los costes de su producción. 

 

Pese a las mermas y la retirada de miles de kilos de caquis del mercado, seguía habiendo exceso de fruta y el balance final para el agricultor no fue bueno: precios por los suelos y campos enteros que se quedaron sin coger.  

 

Todos los pronósticos apuntaban que la campaña de caqui 2020 seguiría la misma línea, pero lo cierto es que al inicio de la campaña, las circunstancias han cambiado por completo.

 

En la Comunidad Valenciana y más concretamente en la comarca de La Ribera, se concentra el 90% de la producción de caquis de España. Una producción que, al contrario de lo que se predecía, se ha visto reducida en casi un 30%.

 

Frente a las 400.000 toneladas del año pasado, todo parece apuntar a que en la campaña del caqui 2020 no se llegarán a recolectar las 300.000 toneladas. 

 

¿Cuál ha sido la causa de este descenso en la cosecha?

 

Hay dos factores principalmente: por un lado, la climatología de la pasada primavera, con fuertes y abundantes lluvias y días nublados, que provocó una caída masiva de la fruta.

 

Por otro lado, la política fitosanitaria europea, que prohíbe el uso de pesticidas como el Metil Clorpirifos, ha propiciado un aumento de plagas como el cotonet o la mosca, para las que no tenemos una solución realmente efectiva.

 

Se estima que serán unas 80.000 toneladas el volumen total de la fruta desperdiciada, con unas pérdidas que se elevarán hasta los 24 millones de euros.

 

Sin embargo, esta reducción en la cosecha tiene consecuencias positivas para el agricultor. El hecho de que el árbol tenga menos fruta, provoca que ésta sea de un calibre mayor y de mejor calidad.

 

A esto hay que sumarle la creciente demanda de una fruta que, a pesar de ser todavía una desconocida para muchos, gana adeptos gracias a su textura, su sabor dulce y su facilidad de preparación.

 

Por tanto, frente a una campaña del caqui 2020 “escasa” y de inmejorable calidad, los comercios han adelantado las compras en campo para evitar quedarse sin producto al inicio de la campaña.

 

Esto ha facilitado al agricultor la capacidad de negociar y de pedir un precio justo por un muy buen producto, de manera que se podrá en cierta manera compensar las pérdidas del 2019.

 

No obstante, y a pesar de los buenos augurios, es indispensable seguir buscando nuevos consumidores y nuevos mercados, como China o Japón y consolidarse en mercados que ya están abiertos pero que reciben cantidades muy pequeñas de caqui, como Canadá o Emiratos Árabes.

 

También es muy importante la presencia institucional y en el ámbito político, con el fin de evitar vetos y aranceles abusivos.

 

Comienza pues una campaña del caqui 2020 caracterizada por una calidad de la fruta excepcional y un balance equilibrado entre precio y oferta.